viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Ves?

¿Ves?
Con el simple reflejo
del brillo de tus ojos
todo mi universo
gira más deprisa.

Mírame más, anda.
Desgástame
hasta que no quede más en mí
que todo el amor
que guardo para darte.

Susúrrame al oído.
Cuélate entre
las mechas de mi pelo
como brisa otoñal.

Dejaré que me eleve,
y me lleve
si con eso consigo
acercarme de nuevo
aunque sea un instante
al cosquilleo de tu ombligo.

martes, 9 de septiembre de 2008

De repente... sola


Y de repente se quedó sola. Estaba rodeada de gente y aún así sentía como unos venían y otros se iban, en calma aparente. Los que llegaban le daban días, semanas, meses o incluso años de alegrías, charlas, confidencias, lágrimas y amor, de cualquier tipo. Sin embargo llegaba el día en el que se cansaban y la abandonaban. Algunas veces la que se cansaba era ella y dejaba de ofrecer esa complicidad que la caracterizaba.

Ahora estaba sola. Sola en el alma. Sola consigo misma. En su interior corría el llanto desesperado de quien desea algo con mucha fuerza pero no alcanza nunca su objetivo. Todo su cuerpo lloraba. Temblaba y un nudo en la garganta le recordaba que su posible pérdida le importaba más de lo que ella se hubiese imaginado. Volvía a ser la rechazada.

Hacía mucho que no se sentía así. Un “no” rotundo se enganchó en su corazón, al otro lado una cuerda, estiró y lo sacó de golpe, dejando desgarrado su pecho y un hueco negro en su lugar.

Lloraba por dentro. Nadie se dio cuenta de que esa melancolía que exteriorizaba era en realidad el reflejo del vacío que se había adueñado de su cuerpo, el último adiós que le había dejado el mes de junio.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Infravaloción sentimental


Quiero sentir tus labios posándose en los míos.
Dulces y provocadores.
Quiero apoyarme sobre tu pecho.
Dormir con el pausado sonido de tus latidos.

Sentir que has logrado tu paz.
Ser parte de ella.
También de tu contradicción, constante.
Acoplarme a ella.
Como pieza exacta del puzzle que cimientas.

Al rato la realidad me da una bofetada.
No puedo llegar a ti.
Frenas mis emociones, borras mis sentimientos.
Y se hace la nada.

Quiero quererte y tú no quieres que te quiera.
Me resisto a perder la batalla.
Lucho contra tu ausencia.
Sin ti no hay inspiración.

(¿No ves qué mierda he escrito?)