lunes, 26 de enero de 2009

Ya, no


Ya no sabré a que saben tus besos al amanecer. No sabré cómo acarician, inconscientemente, tus manos mientras duermes; si tu respiración acompañará a la mía.

Ya no podré rodearte con mi brazo derecho; ni mi cuerpo se acoplará al tuyo para darte calor en estas frías noches de invierno.

Ya no podré darte un beso de buenas noches; ni te escucharé cantar en la madrugada, cuando ni tú ni yo podamos conciliar el sueño.

Ya no podré tatuarme tus labios sobre mis pechos; ni podrán mis dedos perderse en tu pelo.

Ya, no.

Las cartas han sido contundentes. ¡Olvídalo! Mierda, nunca deseé tanto no creer en estas cosas.

viernes, 23 de enero de 2009

Un paseo por La Habana


Adentrarse en Centro Habana te descubre una ciudad que nada tiene que ver con las zonas más turísticas de la ciudad. A contraluz, las calles se oscurecen y es difícil saber por dónde ilumina el sol. El colorido, en las mayas de las mujeres. La luz, en las sábanas blancas colgadas de algunos balcones.

Para ilustrarlo he elegido una canción de Gerardo Alfonso, mítica, atemporal, hermosa por su letra y su melodía. Es capaz de transportarte allí, a la ciudad de los contrastes, como yo la llamo, tan sólo con el sonido de la clave al principio de la canción.

jueves, 22 de enero de 2009

¿Quién te ha hecho tanto daño?

De Blogger


Desnudo frente al espejo te acercaste a mí, me besaste suavemente en la mejilla y dijiste: “Mira, parecemos un anuncio de Benetton”.
Sonreí, con timidez. Y la imagen se grabó en mi memoria.
Tu pelo enmarañado.
Mis ojeras. El maquillaje corrido.
Brazos entrelazados. Labios a medio saciar.

En ese momento no me pareciste tan guapo. Algo me decía que no me ibas a amar como yo esperaba.

Tumbados de nuevo en la cama, tus dedos pasaban una y otra vez por la fina línea de la luna tatuada en mi espalda. “¿Quién te ha hecho tanto daño?”. No pude responder.

Tu boca se abalanzó sobre la mía. Tus manos se perdieron en mi cuerpo. Acepté tu ímpetu. Hubiera escrito los versos más hermosos aquella noche.

miércoles, 14 de enero de 2009

Verano vs invierno


Gritó. Su rostro enrojeció de golpe convirtiéndose en fiel reflejo del calor que sufría por dentro. Calor de rabia, calor de odio. Sus manos se adentraron en su propia cabellera, se cerraron y comenzaron a tirar. Seguía gritando. Deseaba que la oyese, que fuera consciente del dolor que le había causado… pero él, lejano a todo sentimiento ajeno, le había dado la espalda. Rechazó el abrazo que ella le quiso dar una vez, la luz que siguió ofreciéndole, día tras día, hasta que sus fuerzas menguaron y su corazón se congeló.

La nieve caída aquella mañana presagió la muerte anunciada de la niña que pretendió su amor bajo la luna estival. Debía aceptarlo, junio había dado paso a enero,… y otras manos eran dueñas de su recién estrenado cuerpo en libertad.

domingo, 11 de enero de 2009

Fin

Una puerta que se cierra.
Un corazón que se rompe.
Una vida que sigue.
Unos labios que se cierran.
Una lágrima que resbala.
Una mirada que se aparta.
Unos pies que se alejan.

viernes, 9 de enero de 2009

... vacío

Caja Vacía, de Jorge Oteiza


Vacío.
No hay palabras.
De repente se fue, mi musa digo.
Sería un hombre, seguro.
Siempre se van cuando menos lo esperas.
Cuando más los necesitas.
Cuando más los quieres.

Vacío.
Hoy ha nevado.
En la calle. En mi corazón.
Incoloro. Sin sentimientos.