jueves, 30 de abril de 2009

Un instante

Portura Silenciosa, Roberto L'Hotellerie

Sentí que me faltaba el aire
cuando tus manos se posaron sobre mis pechos.
Estaban frías.
El calor de tu cuerpo contrastaba con ellas,
así como el color de tu piel con la mía.
Te posaste sobre mí, sin prisas.
Tus formas dibujaban las mías, con trazos finos y acertados.
El tic tac del reloj dejó de sonar. Minutos.
Tu sangre brotó en mi interior.
Un suspiro y...
un silencioso adiós.

martes, 14 de abril de 2009

Se ha escrito un final


“No me tires a la basura, por favor, no lo hagas”.

Y al final, después de tu tormenta, arrugada como un papel inservible sobre el que se escribieron unas cuantas notas emborronadas, ahí estoy, entre cáscaras de plátano y kleenex.

Qué triste destino para tan sinceros sentimientos.