jueves, 7 de febrero de 2008

Composición


Aquella canción hacía eco en su cabeza una y otra vez. Repasaba todas y cada una de las palabras para buscar su reflejo en ellas. Algunas, eran copia exacta de conversaciones mantenidas con él. Otras, en cambio, parecían exageradas, adornadas con sentimientos que él nunca le había expresado.

Su escepticismo hacía sombra a lo que vagamente ella deseaba creer: que aquella canción hubiese sido escrita en aquel momento en el que él no había podido evitar pensar en ella. Con un cigarro en la boca y el humo dibujando su presencia, sus dedos se posaban sobre la cuerdas y su voz escupía palabras inconscientemente. Todo su ser se encontraba en esa habitación, en la que él solía componer sus canciones. No era amor, pero sí un deseo incontrolable.

O eso al menos, era lo que ella, vagamente, deseaba creer.

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